"Los negociadores deben ser discretos" | elEspectador
Otto Morales Benítez fue miembro de la comisión investigadora de las causas de la violencia,
que logró lo que se conoció como “La pacificación”. Posteriormente estuvo al frente de la
comisión que el presidente Belisario Betancur creó para negociar con las Farc. Es sin duda
una de las personas que más conocen las causas del conflicto armado, por lo que fue
protagonista de dos intentos por llegar a un acuerdo de paz.
El gobierno de Betancur alcanzó a firmar un cese al fuego con la guerrilla de las Farc.
¿Por qué fracasaron esas negociaciones? ¡Por la oposición de los sectores poderosos del
país, que decían: no, no y no al entendimiento! Arrasamiento y muerte a esos vagabundos.
Los mismos disparates del doctor Álvaro Uribe. Es lo mismo, si me quiere entender, disparates
godos y del Opus Dei. ¿Lo entendió?
¿El Ejército hizo parte de la oposición? No, el Ejército siempre estuvo de acuerdo con las
negociaciones, siempre dispuesto a ayudar con el proceso. Lo que hubo fueron enemigos
agazapados dentro y fuera del gobierno.
¿Quiénes son entonces los que se han opuesto a los procesos de paz? La gente que tiene
valores económicos y políticos. Gente que no tiene las dimensiones que tiene un general.
Son otras gentes.
¿Y esas gentes tienen representación en el país? Tienen representación. Son los cacaos del
país, ¡por Dios! Son la gente importante, los grandes industriales, los banqueros etc. Si usted hoy
les pregunta, insultan y dicen que yo estoy diciendo mentiras.
¿Esos grandes cacaos de los que usted habla siguen en oposición a un proceso de paz?
Hoy hay una situación distinta. Además, no podría hacer ningún juicio sobre nadie porque no
estoy actuando en esos procesos de paz.
¿Cuáles fueron los principales errores que se cometieron en las negociación con las Farc
durante el gobierno del presidente Betancur? Allí hubo varios fenómenos. En primer lugar,
cuando se organizaron partidos políticos como la Unión Patriótica hubo una gran represión en su
contra, lo que hizo que muchos volvieran a la guerrilla, pues sintieron que no tenían garantías.
Sin embargo, el país, la sociedad civil, sí respondió al proceso. Usted ve gente como Antonio
Navarro que está luchado en la vida administrativa y pública. Una gran contradicción.
¿Qué cree, con la claridad que da el tiempo, que no se debió haber hecho en el proceso
que se adelantó durante el gobierno de Betancur? Lo que hicimos estaba bien hecho y de
ahí para acá viene la voluntad de negociación en el país, que la rompe Álvaro Uribe, quien resuelve
echarle bala a todo mundo, y si usted se deja, también le echa bala.
Entonces, si no hubiera llegado el gobierno del presidente Álvaro Uribe y hubiéramos
seguido la línea del presidente Pastrana, ¿habríamos llegado a tener la paz en el país?
La paz tuvo muchas posibilidades, pero las boicotearon. Ha habido mucha gente que ha sido
enemiga de la paz. Es que hay más enemigos que amigos de la paz.
¿No existe la manera de acabar el conflicto mediante la vía militar, como lo proponen
ciertos sectores encabezados por el presidente Uribe? No lo van a poder acabar.
La organización de la guerrilla es muy estructurada. Este es un país muy difícil, porque es un país
de ríos navegables y muchas montañas, y las guerrillas están muy bien localizadas; ellos saben
cuál es el terreno. ¡Toca negociar!
¿Usted cree que el movimiento del expresidente Uribe puede ser un palo importante en la
rueda para las negociaciones de paz? Es muy grave que se pongan en posición negativa frente
al proceso de paz. El presidente Uribe tiene la obligación con el país de no crear dificultades en el
manejo de la paz y debe ayudar a que haya paz en el país. Si él considera que una frase suya hace
daño, debe evitar decirla.
Renuncia a la Presidencia de la Comisión
Bogotá, mayo 25 de 1983. Señor Doctor. BELISARIO BETANCUR. Señor Presidente de Colombia: Por
medio de la presente, me permito presentarle renuncia irrevocable de la Presidencia de la Comisión
de Paz. Para mí ha sido grato trabajar con Usted; con los integrantes de ese organismo y con mis
compatriotas, combatientes o nó. Sé que aún le falta a su gobierno una tarea muy exigente. La más
apremiante, es rechazar el escepticismo, y a veces el pesimismo beligerante, que se apodera de todos.
Y combatir contra los enemigos de la paz y de la rehabilitación, que están
agazapados por fuera y por dentro del gobierno. Esas fuerzas reaccionarias en
otras épocas lucharon, como hoy, con sutilezas contra la paz, y lograron
torpedearla. OTTO MORALES BENITEZ