El nuevo laboratorio de criminalística sumará su presupuesto a la ya millonaria inversión anual que hacen Estado y Municipio en el tema de seguridad en Medellín. A pesar de los esfuerzos, los resultados son cuestionables.
Pasados un año y nueve meses de que se anunciara la construcción de un moderno laboratorio de criminalística para Medellín, el proyecto va ejecutado en un 35%. Según Luis Fernando Echavarría, Subsecretario de Planeación de la Secretaría de Seguridad, el retraso se debe a complicaciones en la adecuación del terreno para la construcción.
El laboratorio, que se proyecta como uno de los más avanzados del mundo, estará listo para junio de este año y, según Echavarría, contribuirá a disminuir los altos índices de impunidad que se presentan en la ciudad por falta de material probatorio que permita judicializar a los delincuentes.
A la inversión inicial, de 6.500 millones de pesos, el municipio de Medellín le adicionó 3 mil millones más para la actualización de los equipos tecnológicos que ya se habían adquirido, y que estarán al servicio de la Regional Seis de Policía, que tiene competencia en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Chocó.
Este nuevo proyecto se suma a la compleja red de instituciones con que cuenta Medellín en el tema de seguridad, y que ha crecido considerablemente durante la administración del alcalde Aníbal Gaviria. En el último año se invirtieron 131.431 millones de pesos en el Componente de Seguridad, Convivencia, Derechos Humanos y Gobernabilidad, y se crearon la Secretaría de Seguridad; la Secretaría Vicealcaldía de Gobernabilidad, Seguridad y Servicio a la Ciudadanía; y la Consejería por la Vida, la Reconciliación y la Convivencia.
El engranaje burocrático de la actual administración, sin embargo, aún no arroja resultados contundentes. A los indicadores de homicidios se suman el desplazamiento forzado, las amenazas, la extorsión, las economías ilegales y los enfrentamientos, agravados por la corrupción y la permisividad.
Estas son las cinco instituciones de carácter civil que trabajan para garantizar la seguridad en Medellín. Encuentre aquí sus presupuestos, funciones, localización y directivos.
A propósito del tema, De La Urbe entrevistó a Luis Fernando Quijano, presidente de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, Corpades.
1- ¿Qué piensa del aumento de la burocracia en el tema de la seguridad en Medellín?Desde que el alcalde Gaviria se posesionó se viene planteando un rediseño de todo lo que concierne a la seguridad y la convivencia en Medellín. Sí siente uno que ha crecido mucho la burocracia. Pensaría uno que como creció tanto, como hay tanta gente dedicada al tema, pues obviamente habría una mejor propuesta para la ciudad, se entendería que habría una mayor compenetración en el caso de Policía, Fiscalía y demás, pero uno siente que no avanzamos, que se están gastando muchos recursos en eso.Pero debo advertirle que no es solamente la figura de un secretario, un asesor o un ex coronel, sino que incluso hay una gran cantidad de programas que multiplican los gastos desde la Administración Municipal; además, hay unos recursos muy importantes que se le entregan a la Policía Nacional, que superan cada año los 50 mil millones de pesos.En últimas, se están yendo los recursos por la cañería, porque los resultados no son buenos. Este año llevamos más de treinta enfrentamientos solamente en Medellín; ha crecido el número de homicidios en un 21.2%; y en las primeras tres semanas de enero se hablaba de 101 familias expulsadas de las comunas 13 y 8, sin contar el resto de la situación.Mucho pie de fuerza, muchos burócratas al frente del tema de seguridad, pero eso no se refleja en un mejoramiento de la situación, porque seguimos con la misma estrategia. ¿Y cuál es la estrategia? Aumento de Fuerza Pública, más tecnología, más fuerzas especiales; la UNIPOL, el nuevo GAULA.2- ¿Cuál sería una mejor estrategia en el tema de seguridad para la ciudad?La estrategia actual es capturar hombres, decomisar armas y hacer presencia policial. Los esfuerzos y los recursos deberían gastarse en una identificación clara de dónde están las finanzas del crimen y cómo decomisarlas, revisar el tema de bienes muebles e inmuebles de la mafia y los paramilitares, y hacer un proceso de extinción de dominio que incluya lo que está metido en lavado de activos, prostitución, micro y macrotráfico. Deberíamos ir detrás de los verdaderos jefes, porque hasta ahora solo se captura la primera línea de mando de las estructuras ilegales, y crear unas verdaderas leyes antimafia.Pero para hacer todo eso habría que depurar la institucionalidad; es decir, identificar cuáles son los miembros de la institucionalidad que hacen parte de la nómina paralela y blindar el estado local, quitárselo a la mafia.También hace falta una mayor inversión social, pero social no significa hacer más bibliotecas, más calles, echarle más cemento a la ciudad; social son acciones de impacto que logren cerrar la brechas entre ricos y pobres.3- Usted habla de una nómina paralela de la mafia, de la que harían parte un número importante de funcionarios públicos…No creo que ninguna organización criminal hoy en Colombia pueda sobrevivir si no tiene protección oficial. Mejor dicho, no hay un paramilitar, no hay una banda en esta ciudad, que no tenga protección oficial, o si no podría sobrevivir. Cuando la protección oficial se les ha corrido sucumben. Le doy un caso concreto; cuando se enfrentó el Bloque Metro con el Bloque Cacique Nutibara el sector de la institucional que estaba ‘comiendo’ del paramilitarismo se alió con el Cacique Nutibara, de ‘Don Berna’. La guerra de ‘Valenciano’ y ‘Sebastián’ también se resolvió por ese tipo de alianzas. Guerras de un año, dos años, terminaron acabadas en un momento.Hay que tener en cuenta también que esa institucionalidad no se refiere solamente a la Policía y el Ejército. También hay involucrados fiscales, jueces, miembros de la Secretaría de Tránsito, del Municipio de Medellín, de la Contraloría, y todo lo que usted quiera sumar; gente en Instrumentos Públicos, en notarías. ¿Por qué? Porque ellos necesitan cambiar placas de carros, traspasar propiedades y miles de cosas para las que se necesita un engranaje institucional. Esa nómina no ha hecho sino comer, y seguirá comiendo de la mafia.